A pesar de todas las medidas de prevención utilizadas en los protocolos de los pacientes que tienen hospitalización por COVID, la aparición de lesiones por presión, es una complicación posible en este grupo de pacientes. La intención será evitar la progresión de las mismas mediante un protocolo de tratamiento óptimo, oportuno y posteriormente contar con profesionales especializados en cuidado de heridas hasta su total recuperación.

Los pacientes con COVID-19 admitidos en la UCI permanecerán boca abajo y en esta posición se deberán mantener por un período aproximadamente de 16 a 18 horas, con descansos entre 8 y 6 horas durante 16 días aproximadamente. Esto quiere decir que la incidencia de las lesiones es bastante alta y frecuente.

Las áreas que más pueden presentar lesiones por presión son: cara, frente, nariz, pómulos, mentón, pabellón auricular, tórax, miembros superiores, pectorales, crestas ilíacas, genitales masculinos, en los miembros inferiores en las rodillas y el dorso de los pies.

Las lesiones por presión requieren un adecuado tratamiento que será determinado según la valoración clínica, categoría de la lesión, presencia o no de infección, entre otros. La elección de tratamiento se basará en la evidencia científica y según los recursos con los que disponga la institución. Luego de la misma se hace necesario hasta la evolución y completa cicatrización, la atención de personal experto en el manejo de estas lesiones. En todos los casos de lesiones por presión, independiente de la categoría, se deberá liberar la presión ejercida en la zona afectada, mediante cambios de posición frecuente, o utilizando almohadas, cojines viscoelásticos o memory foam, teniendo en cuenta siempre conservar la posición anatómica del cuerpo. La movilización de la cabeza es primordial cada 2 horas, además de la aplicación de protector cutáneo transparente en las prominencias óseas expuestas a la presión antes de ponerlos en posición boca abajo, y, en lo posible, repetir la aplicación cada 72 horas en las zonas de mayor riesgo, proteger con espumas con adhesivo de silicona y colocar almohadas en zonas de mayor riesgo de lesionarse. Importante la higiene (baño en seco) e hidratación de la piel (aceite de oliva extra virgen) diariamente.

Dar continuidad al manejo especializado de las lesiones por presión luego de la hospitalización, es muy importante, pues además de acortar los tiempos de cicatrización, se mejora la apariencia de las mismas, evita riesgo de infecciones y contribuye al bienestar de los pacientes.

Bibliografía 

  1. Restrepo J. Patiño M. Rojas J. Cuidado del paciente con heridas de lo básico a lo avanzado. Pag. 25-37. CIB Medellín. 2020
  2. Sharin DeMarco, Geriatric workforce enhancement program/ Johns Hopkins medicine. Primer consenso de ulceras por presión /pri CUPP 2017.
  3. Boyko TV, Longaker MT. Review of the current management of pressure ulcers. Advances in wound care, volumen 7, number 2
  4. Documento Técnico Manejo Clínico del COVID-19: Unidades de Cuidados Intensivos. Gobierno de España, Ministerio de Sanidad. Marzo 19 de 2020.
  5. World Union of Wound Healing Societies (WUWHS) Consensus Document. Role of dressings in pressure ulcer prevention. Wounds International, 2016
  6. Davies P. Role of multi-layer foam dressings with Safetac in the prevention of pressure ulcers: a review of the clinical and scientific data. J Wound Care. 2016 Jan;25(1 Suppl): S1, S4–23